Los 40 de Valen: empezar de cero - Valen's 40: starting again
11/06/2017¡Hola! Espero que estén muy bien, debo este post desde hace un mes y la verdad es que he estado ausente porque me llegó mucho trabajo y este de ser “freelancer” o autónomo cómo dicen en España no es nada fácil así que acepté todos los proyectos que me llegaron y que sabía podía cumplir.
Estoy un poquito más libre ahora así que puedo dedicar tiempo a mis proyectos personales y por fin puedo compartir con ustedes esta reflexión que hice por mi cumpleaños….
Pues les cuento en septiembre cumplí 40 años (pausa) ¡siiiiii cuatro décadas! Confieso que nunca me he sentido “vieja” siempre he tratado de vivir cada día al máximo y mantenerme aprendiendo cosas nuevas y mantenerme activa, creo que esa es la clave de la famosa “eterna juventud”.
Este último año (mi año 40) estuvo lleno de altas y bajas; después de trabajar por más de una década en la construcción supervisando proyectos para otras personas y dos décadas en salones de clases enseñando danza de repente perdí mi trabajo y por voluntad propia salí del salón de clases entonces me vi forzada a empezar de nuevo pero ésta vez con mis propios proyecto, tomé la decisión de trabajar para mi misma y ser independiente.
En vez de agonizar en medio de este nuevo camino (que confieso es difícil pero lleno de grandes recompensas y momentos de gran satisfacción) puse todo mi empeño en impulsar este sueño. En un principio me asusté mucho con solo pensar ¡empezar de nuevo a los 40! UFFFF, no ha sido color rosa pero ha valido la pena, ha sido una de las decisiones más difíciles de mi vida pero también ha sido unos de los retos más grandes que me he propuesto.
Pasé un pre y un post cumpleaños cargado de trabajo y a pesar de que tenía algo especial planeado para mis famosos cuarenta el tiempo no dio más que para hacerme este pastel y cantarme cumpleaños con unos amigos pues había toda una montaña de trabajo formándose, proyectos de clientes que pensé tomarían menos tiempo (primeriza en esto de la autonomía) problemas técnicos que aparecieron en el camino cómo quedarme sin teléfono móvil o sin batería del auto ¡qué semanitas y qué cumpleaños! Me pasé unas semanas fuertes con días largos y noches cortas sin tiempo ni para taparme las famosas canas. Tuve días de esos que te levantas cruzada y todo te sale torcido… bueno vamos por parte: primero mi iphone decide morir (ya saben que literalmente dejé de respirar por dos minutos) por suerte tenía un teléfono móvil nuevo guardado que me mantuvo comunicada, la batería de mi auto también murió y me dejó botada tuve que tomar prestada la camioneta de mi padre simplemente para llegar a trabajar al teatro y volver a casa (estuvo literalmente estacionada por más de 8 horas) ¡¿adivinen que?! Me rompieron el cristal delantero aparentemente para robar o no se que linda gracia les pareció.
Estuve presa del stress y sin poder ir al gimnasio (muerte lenta) por esto y unas miles de cositas más que me han sucedido me impidieron darle tiempo a los blogs (por suerte que en La Lilú está Francina y ella lo mantuvo a flote solita)
Aún tengo trabajos en ejecución pero por lo menos ya tengo tiempo de ir al gimnasio por lo menos tres veces a la semana y pude teñir mi pelo y a pesar de que no pude celebrar mis esperados 40 cómo hubiera querido los celebro dando pasos hacia la independencia laboral y en camino a cumplir grandes sueños.
Gracias por leerme, más adelante les contaré un poquito de los proyectos en los que estuve trabajando. ¡hasta el próximo post!
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Hi guys! I owe you this post; I’ve been trying to get it out for a month. The truth is that I have had a lot of projects and being a freelancer – or ‘autonomous’ as they say in Spain – is not easy, so I accepted all the projects that I could.
I have a little more free time for now, meaning I can dedicate myself to my personal projects and finally, share with you the thoughts I had for my birthday…
Let me share with a you a little secret – on the 11th September I turned 40 (pause). Yeah! Four decades! I confess that I have never felt ‘old’ – I have always tried to live every day to the fullest by keeping myself active and being open to learning new things; this is my approach to remaining ‘eternally youthful’!
This past year (my 40th year) was full of ups and downs; after working for more than a decade in construction, supervising projects and buildings, I suddenly lost my job. During this time, I also decided to leave my post of dance teacher, after dedicating two long decades to this wonderful artform. I was forced to start again, but this time with my own projects. I made the straight forward decision to work for myself and be totally independent.
Instead of agonizing in the middle of this new path (which I confess is difficult, but full of great rewards and moments of great satisfaction) I put every effort into promoting my dream of working for myself. At first, I must say I was petrified at the mere thought of starting again... And at 40! UFFFF, it has been one of the most difficult decisions of my life, as well as being one of the biggest challenges that I have laid down for myself; crucially however, it is one which I will not stop pursuing.
I spent the time, pre and post birthday, overloaded with work and even though I had something special planned for entering my fab forties in style, I didn’t have time to do more than make a cake and sing happy birthday with a few close friends. I had underestimated the volume of work waiting for me at home and the micro-details of the client projects I was responsible for. There were also other frustrating little problems; not only was I without my mobile phone, but my car battery decided to die!). Wow, what a few weeks! And what a happy birthday!
I spent a number of weeks with long days and short nights; I didn’t even have time to cover up my grey hairs. I had those kind of days where you feel like you wake up on the wrong foot and everything else goes crooked from there... Let’s go one-by-one: first, my iPhone decides to die (you know I literally stopped breathing for two minutes). Luckily I had another mobile phone (specifically for these types of occasions) that kept me connected. Secondly, my car battery also gave up on living, which meant I had to borrow my father's truck just to get to work at the theater. My streak of bad luck didn’t end there, and after I had finished work, Guess What!? I came out to find the windscreen of my father’s truck cracked – someone was either trying to steal something or thought it would be funny to add to Valentina’s misfortune.
I was stressed and unable to get to the gym; cue the slow death. In addition to a few thousand little other things, I was prevented from giving time to my blogs (fortunately with La Lilú, I have Francina and she kept it afloat in the meantime).
I still have projects in progress but at least I have time to go to the gym three times a week and fight my grey hairs! Although I couldn’t celebrate entering my fab forties how I would have liked, I celebrated it by taking steps towards working Independence, on my way to fulfilling big dreams.
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